Un año de magro crecimiento que presenta afectación en el resultado fiscal, advirtió economista Gabriel Oddone sobre este 2023 de economía estancada. En diálogo con M24, el socio de CPA Ferrere subrayó que la infancia y la adolescencia deberían estar entre los sectores con mayor énfasis en el gasto y subrayó al sector educativo como una prioridad que requiere mayor gasto para consolidar sus reformas.(M24)

La economía crecerá poco en 2023, al 1%. La recaudación se desacelera porque las exportaciones no tienen tan buena performance como el año pasado, finalizó UPM2 y se termina el Ferrocarril Central, los salarios mejoran y el empleo está bien pero parte de eso se fuga hacia Argentina que tiene mejores precios.

Todo esto afecta a la recaudación y el efecto sobre el resultado fiscal se deteriora, en un marco hay erogación mayor por el pago de pasividades y salarios en el sector público. Es un escenario en el cual uno se cuestionaría si hay espacio para hacer alguna cosa, evaluó Gabriel Oddone en Nada Que Perder (lunes a viernes desde las 08:00 horas).

Con la última Rendición de Cuentas, el Gobierno reafirma su plan para el quinquenio que es consolidar una situación fiscal que impida que la situación de la deuda crezca a largo plazo. Si bien reconoció que la inversión del Gobierno central/BPS y bajaron algunos impuestos aumentó y eso constituye una afectación negativa para el resultado fiscal, en líneas generales, tanto por la regla fiscal, la postergación de aumentos y la reforma jubilatoria, el enfoque está puesto en recuperar la solidez fiscal, según explicó la propia ministra en una entrevista en El País, recordó el entrevistado.

Puntualizó a la pandemia como un evento gravísimo que le introdujo mucha presión al gasto fiscal. Ante esto, Oddone analizó que el Gobierno se manejó con ciertos criterios: pretendió aislar partidas transitorias para atender emergencias y reajustó las partidas luego de la pandemia -más allá de la discusión sobre si el esfuerzo fiscal fue suficiente o no esto ya ocurrió-. Otro efecto para Oddone fue la caída del 4% del poder de compra salarial, con su incidencia en el resultado fiscal por la postergación de aumentos en salarios públicos, jubilaciones y pensiones, lo que provocó una baja del gasto.

Sin pandemia, un ajuste fiscal de la magnitud que se hizo hubiera sido difícil de alcanzarlo sin subir impuestos, pero esto es un contrafáctico que la ministra se encarga siempre de recordarnos, indicó Oddone.

Bajo circunstancias de emergencia, “estamos quienes entienden que hay población que deber ser mejor atendidas”, como infancia y adolescencia

Sobre la orientación del gasto, Oddone recordó que la discusión suele girar en torno a las posiciones de centro derecha, que en la medida que entienden que la asignación de recursos del sector privado es más eficiente y sostenido en el tiempo buscan resultados fiscales bajo control, mientras la izquierda procura una llegada a la población más vulnerables y pretende una política más expansiva del gasto sin preocuparse en el resultado fiscal.

La buena noticia del Uruguay es que el Gobierno cumple con su mandato, es coherente con su programa y esas cosas son buenas en la comparación mundial. Estamos quienes bajo ciertas circunstancias de emergencias entienden que hay población que deben ser mejor atendidas e, independientemente de las magnitudes, los recursos podrían mejorar en focalizarlos particularmente hacia la infancia y adolescencia, lo que es un debe del sistema político, consideró el economista.

En cuanto a la expansión del gasto, advirtió que pretender ignorar que hay restricciones que se manifiestan a largo plazo es un error porque hay un efecto negativo. Un déficit elevado genera créditos elevados que necesitan renovarse y genera un condicionamiento negativo al sector privado y, finalmente, afectar a toda la economía. Por otro lado, tampoco se puede pretender un resultado fiscal equilibrado todo el tiempo. Hay un delicado equilibrio que Uruguay lo va alcanzando con la alternancia en el Gobierno, opinó Oddone.

Con una economía estancada, la situación fiscal se deterioró bastante, tenías una situación que debía ser corregida y se hizo de la forma que el Gobierno definió, a su manera. Hoy en día estamos frente a una mejor situación fiscal pero la señal de alerta es que se está deteriorando: la economía está creciendo poco y la recaudación se desacelera.

El Gobierno considera que el 2024 crecerá y proyecta un crecimiento por encima del potencial. “Yo no encuentro fundamentos para que así sea, es una mirada optimista”, concluyó el entrevistado. Creo que el próximo gobierno va a requerir cuidados: incluso con supuestos optimistas, la relación deuda/producto bruto se mantiene muy estable, no necesariamente es una cuestión de recortar gasto sino en qué prioriza. En Uruguay siempre hay que tener en cuenta el capítulo fiscal y será un tema de discusión de campaña electoral, adelantó.

También en cuanto a la Rendición, señaló que no se está registrando todo en el presupuesto en el documento que analiza el Parlamento debido a que se han generado incentivos para que las distintas administraciones desde el 2000 alojen iniciativas en entidades de propiedad pública bajo el derecho privado, con inversiones que no consolidan sus resultados en los números fiscales. Ahí hay una contingencia, es decir números que podrían configurar pagos a futuro.

Mejora de los recursos para la educación es una prioridad del país, avanzó Oddone

El país tiene desafíos de largo plazo, el más importante es mejorar los resultados educativos y una de las formas es mejorar la asignación de recursos. La orientación actual está dentro del consenso de los expertos en educación pero la asignación de recursos y las formas no parecen ser suficientes como para consolidar cambios importantes, y será una discusión que estará en campaña y en la discusión presupuestal de 2025. Si queremos hablar de educación e innovación, hay que fortalecer la educación y eso siempre significa asignar más recursos.

“Seguramente va a estar en el próximo período, porque esta rendición ya no lo puso arriba de la mesa, cómo incrementar la asignación de recursos para la educación, y sobre todo algunas áreas críticas como infancia y adolescencia, que son las prioridades para mí en el punto de vista del gasto público para los próximos años”, sintetizó Oddone.